Vargas Llosa al escenario




El escritor peruano demuestra sus cualidades histriónicas Vargas Llosa al escenario
Cada mes de octubre desde hace varios años los periódicos peruanos auguran, especulan y apuestan que Mario Vargas Llosa recibirá el Premio Nobel de Literatura, y toda Latinoamérica se mantiene en ascuas esperando que la Academia Sueca le entregue el escurridizo Nobel al escritor peruano.
El mayor galardón de las letras mundiales que se otorga anualmente en Estocolmo, Suecia, y que han ganado hasta la fecha cinco latinoamericanos, le ha sido esquivo a Vargas Llosa, quien por más de una década ha figurado como candidato y quien, de haberlo ganado, se habría convertido en el segundo autor del llamado “boom latinoamericano” en lograrlo, después de Gabriel García Márquez, quien lo obtuvo en 1982.
La próxima semana por fin se conocerá el nombre del ganador de uno de los premios Nobel más esperados, casi siempre sorpresivo. Los entendidos en el tema sospechan que este año la Academia se inclinará hacia otros géneros, dejando fuera la narrativa y la poesía. Mientras tanto, Vargas Llosa ocupa su tiempo en otras cosas, por ejemplo, el teatro.
Enmarcando el año del libro en Barcelona, el escritor peruano presenta la adaptación teatral de su ensayo La Verdad de las Mentiras publicado en 1990, donde recoge su visión particular de algunas de las obras del siglo XX que más lo han enriquecido. Para ello ha querido contar con la complicidad de Aitana Sánchez Gijón, actriz en la que convergen belleza e intelectualidad, y la guía del reconocido director catalán Joan Ollé.
La idea de llevar su libro al teatro nació durante unas charlas que daba en Torino, invitado por el escritor Alessandro Baricco, el cual a su vez mediante un excelente espectáculo explicaba sus lecturas favoritas. Aplicar la idea del escritor italiano sobre su ensayo quedó flotando en su mente, pero no la tomó en serio hasta que los organizadores del Año del Libro y la Lectura lo incitaron a hacer realidad esta aventura dentro de los actos programados en Barcelona.
Aunque la obra que se representará en el teatro Romea de la ciudad condal, se diferencia del espectáculo de Baricco en el contenido, una puesta en escena más ambiciosa y unas elaboradas cortinas musicales, comparten la misma necesidad de despertar en el público el placer por la lectura.

“Pero necesitaba convencer a una magnífica actriz con gran vocación literaria”, dice el escritor rompiendo su reposada seriedad con una sonrisa, a la que Aitana responde con la risueña naturalidad que nos tiene acostumbrados.
La lectura de relatos de Cervantes, Dinesen, Faulkner, Borges y Onneti se mezclarán con la actuación teatral, en un intento de fundir la antiquísima tradición de contar cuentos, con la literatura escrita, en unas veladas que se aventuran como mínimo reconfortables.
Barcelona jugó un rol neurálgico en su vida de escritor, dado que aquí publicó su primer libro y ganó su primer premio importante de literatura (Biblioteca Breve).
Jorge Maruejouls. ¿Cuál es la diferencia que encuentra entre esta Barcelona y la que conoció en los años 70?
Mario Vargas Llosa. La Barcelona que yo conocí en los 70 era ciudad todavía sometida a una dictadura, eran los últimos años del franquismo y había una cierta apertura en el campo de la cultura, pero en el campo político seguía siendo un país sin libertades ni partidos políticos, había una tensión muy fuerte, por otra parte digamos que con todos los años que han pasado, España y también Barcelona se han convertido en una sociedad próspera, moderna, muy de cara a Europa, el progreso en ese sentido ha sido muy notable. Lo que quizás ha cambiado en algo es ese gran descubrimiento por parte de España y sobre todo, diría yo, por parte de Barcelona de la literatura lLatinoamericana, ha perdido mucho su novedad, se sigue viendo aquí escritores latinoamericanos, pero digamos que en los años setenta lo que se produjo fue el descubrimiento, España salió de un encierro en sí misma y el puente con el mundo fueron los escritores latinoamericanos que publicaron aquí, quizás ese sería el cambio mayor.
J.M. Si se supone que la literatura nos da la oportunidad mediante la introspección de rozar la lucidez, ¿cómo es que la mayoría de escritores sigue defendiendo ideologías utópicas para conseguir el bienestar del mundo?
M.V.Ll. Bueno, a los escritores los atrae mucho la utopía, la utopía es la búsqueda de la perfección, en el campo social y político donde es imposible de alcanzar, pero no es imposible de alcanzar en el dominio del arte, en el dominio de la literatura, en ese lugar sí se puede alcanzar esa perfección, esa coherencia que tienen las obras maestras, quizás eso inclina mucho a los escritores y a los artistas a buscar también en el campo social la utopía, desgraciadamente en el campo social nunca se ha alcanzado la utopía y lo que se ha conseguido en su búsqueda ha sido el infierno y el Apocalipsis.
Por otra parte Aitana nos contó cómo se sintió al conocer a Mario en el festival de cine de San Sebastián, siendo éste presidente del jurado, se presentó ante el autor de La guerra del fin del mundo. Emocionada por conocer al responsable de ese libro, el que considera su primera lectura adulta. No es de extrañar que años después, no tardara más de dos minutos en aceptar la oferta de compartir escenario con el literato.
Afirmó también que con Mario el teatro se había perdido un gran actor, con una capacidad enorme de trasmitir.
“Compartir escenario con él es una experiencia única, si por mi fuera, me iría de gira con Mario”. A lo que Mario respondió con una voz no ausente de temor. “Por ahora lo único que pienso es en sobrevivir a esta experiencia”.

Jorge Maruejouls

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