La caprichosa memoria

Son rostros que arrastran los ecos de facciones lejanas, es como si mi subconsciente buscara algo pendiente en esos desconocidos.
Solo eso, caminar entre desconocidos aunque en verdad este caminando entre recuerdos, es algo inconsciente, algo natural, aunque en su esencia encierre el desconcierto de su propio fondo.
Tardo poco en recobrar la realidad pero la confusión vuelve con el nuevo semblante. Es como si ahora que he decidido olvidarlos, superando el peso de sus recuerdos estuviera por fin verdaderamente preparado para mirarlos, es ahora que descubro en esos segundos de confusión la verdad que trasmitían sus rostros. Antes estaba abotagado por los acontecimientos o simplemente idiotizado por la vehemencia de lo que tenia que acontecer.
Durante ese tiempo pasado escogí vivir al máximo y aunque parezca extraño esa decisión me condujo por su vehemencia en ocasiones a todo lo contrario a correr detrás de los fines como una arrolladora que es incapaz de ver por que esta cegada con la realización de una meta suprema.
Por esto tal vez ahora aprendida la lección vuelvan a mí esos fantasmas reclamando y ocasiones escupiendo lo que en verdad sentían.
Les respondo con una mirada exhaustiva atrapando el cautiverio que sintieron con la profundidad de mis palabras, intensidad que mi vehemencia confundió con personalidad. Tal vez es tarde, tal vez ya no vale la pena, pero siguen allí siguen mirándome esperando una respuesta que no les puedo dar, aunque ahora por fin los mire en realidad, aunque ahora por fin los entienda.
Siempre me atormenta la misma imagen, no se quien es, lo he intentado, lo juro, pero no logro recordar su rostro tan solo recuerdo su pelo, el mismo que rozaba mi pecho mientras hacíamos el amor, por que fue eso lo que hicimos, una desconocida más dirán los necios de los que alimento mis días, pero no es verdad entre ella y yo se abrió una frontera, habia algo más talvez esa trayecto solo ocurrió en mi mente pero estoy seguro que ocurrió al menos para uno de nosotros, sino como puedo explicar que después de tantos años vuelva a mi mente el recuerdo de esa sensación, sí, ¿porque?, maldita sea la hora, tan solo conservo eso, el recuerdo de una sensación, y por seguro que fue la mejor sino no vendría con tanta frecuencia a mi mente. Dura poco la verdad es como un pequeño paréntesis en este mundo que me rodea, me roba con sus cabellos dorados y me vuelve a recriminar cada noche igual que lo hizo en aquella ocasión: ¿Porque no me recuerdas?
Al levantarme solo había un papel en blanco a su lado y la vacuidad del mismo mostraba el reproche de mi olvido. Sí, desde entonces cada vez que me preparo para escribir lo primero que hago es manchar la hoja en blanco con cualquier garabato, porque soy consiente que si no lo hiciera mis primeras letras siempre describirían su cabello dorado rozando mi pecho. Rozando mi alma, el mismo que perdurara siempre en mi recuerdo el mismo que quiero para mi último suspiro y así bajar a los infiernos con la sonrisa de quien se saciado con un ángel.
Jorge Maruejouls

No hay comentarios: